LA VOZ, SEIS COACH DE SEIS POSIBLES; ARTE A ESPUERTAS ES LO QUE HAY EN MI TIERRA ANDALUZA.

No creo que por casualidad los seis Coach del programa la voz sean Andaluces, Bisbal, Pablo López, Rosarillo, Pastora Soler, Manu Carrasco y Vanessa Martín. De los niños seleccionados, pues más de lo mismo, la mayoría son también andaluces y es lo que hay. Romerías, Ferias, Carnavales, poetas, pintores, bailaores, cantantes o actores universales son de aquí, casualidad es posible, estadística también, pero me da a mí que el arte no se lleva bien ni con el azar ni con la probabilidad de los grandes números y en cambio tiene mucho más que ver con el mundo de los sentimientos y las sensaciones. El arte es emocionar y transmitir; que sea con los pinceles, la guitarra o el micrófono da igual y para conseguir llegar a los demás primero tiene uno que haberlo sentido. Ahí es donde radica el arte de este sufrido pueblo, son muchos los años y siglos de penalidades las que hemos padecido y eso cala la piel y arraiga, y curte, y se transmite; por la sangre o por el aire, no lo sé, pero impregna cada terruño de nuestros campos y nuestras playas, y ese mundo interior lleno de contrastes hemos sabido exteriorizarlo y compartirlo con generosidad, gracias al arte. Sí, gracias al arte hemos sobrevivido, él nos ha ayudado a soportar el hambre, los desprecios y las injusticias, a convertir las tristezas en alegrías y a ser conscientes de que haciendo más felices a los demás, también lo somos nosotros. Por eso, entre otras cosas, cantamos o tocamos mejor que nadie a pesar de nunca haber tenido ni para academias ni mucho menos para instrumentos y es que cuando el arte quiere salir empuja y mucho, y entonces, desnudos si hace falta, un taconeo o unas palmas son suficientes, y no me las toques que me conozco, que aquí cuando tuvimos que votar autonomía por el 151, no nos lo pusieron tan fácil y tuvimos que conseguir la mayoría en cada una de las ocho provincias andaluzas y y lo hicimos, vaya si lo hicimos; y no bastaba la mayoría de los votantes, hubiera sido demasiado fácil, sino del censo total. Creo recordar que el Si obtuvo un 90% de los votos. Sin tanta tontería, que cuando del sentimiento de un pueblo se trata, de nada sirven ni los políticos oportunistas ni las leyes del marketing, que un voto no es cuestión de oferta y demanda sino de sístole y diástole, de coronarias y de sangre que lo transporte. Ni vale el Freixenet ni el ADN; el primero porque al igual que el aceite y el agua no se mezclan, tan solo aligera la carga al principio, para más tarde evaporarse, quizás sean las burbujas. Del ADN, pues que decir, una pena que para conservarlo debamos aislarlo del exterior, mezclarlo consigo mismo y más aún si solo se puede comprobar en un laboratorio. Pobre pueblo aquel que necesite del champan o la genética para justificar su existencia, para unir artificialmente lo que el poso de la historia no consiguió y si encima deben recurrir a una lengua con suero alimentada en los hospitales del magisterio trilingüe, pues así se explica la decisión de un pueblo al que sigo considerando tan mío como al resto. En lo que a mi respecta sigo pensando que un ratito de cante puede unir mucho más que la palabra, aunque ésta sea dicha en el idioma local, porque cuando el sentimiento "de pueblo" es tan grande como el nuestro, solo el arte puede expresarlo. VIVA MI ANDALUCÍA ! y VIVA LA PEPA¡, pero "no preocuparse kakí stamos palokaga farta, ke lo mismo kaker día de 1.808 en Bailén, con cuatro palos ke traíamos de la peoná tuvimos kechá parriba a los mejores ejércitos de Europa, akí seguimos pasacaros la castañas de la candela las veses kaga farta. Por sierto, peaso puente sanecho los gaditanos; con las bombas que tiran los fanfarrones, las de Cái sasen tirabusones """ LARALARALARA, TOCOTÓM, TOCOTÓM, RATANPLAM RATAPLAM ...