DIA DE LA HISPANIDAD; ORGULLOSOS DE NUESTRO PASADO.

La historia de la humanidad no se entendería sin las guerras y conquistas de unas civilizaciones y el exterminio de otras. Siempre hemos necesitado justificar nuestras barbaries amparándonos en valores superiores, fue la supervivencia primero, la necesidad de alimento y abrigo después, el gusto de vivir mejor más tarde, aún a costa de esclavizar y someter a otros pueblos, pero todo aquello solo fue un juego de niños hasta que la religión y la ambición entraron en escena. Las clases dominantes encontraron en la religión primero y en la ambición después una razón capaz de justificar las más grandes atrocidades. Amparados en ambas, simultánea o sucesivamente, se cometieron los mayores crímenes contra la humanidad pero debemos tener la suficiente perspectiva histórica como para estudiar y analizar los hechos de la manera más objetiva posible. Una victoria para unos implica una derrota para otros y esa es la historia o ¿es que los Mayas y los Aztecas fueron hermanitas de la caridad?. Seamos un poco más rigurosos y menos injustos con nuestro pasado y con aquellos héroes que dieron sus vidas por sus ideales. Situémonos en su época y valoremos los hechos y las personas que forjaron nuestra historia, menos demagogia y populismo mientras disfrutamos de las rentas que ellos nos dejaron. Un pueblo sin historia no es nada pero aún menos valen aquellos que no reconocen los méritos de los suyos. No fue la ambición de unos pocos sino la ambición humana y no fue el sufrimiento y martirio de muchos sino el sufrimiento y martirio de la humanidad. Todos sufrieron, todos fueron conquistados y todos fueron conquistadores, aquellos indígenas a los que nosotros "masacramos" ya habían antes masacrado a los habitantes de todas aquellas tierras que antes conquistaron y la historia ha demostrado que posiblemente fuimos el pueblo que mejor trató a los conquistados. Es así, no podemos juzgar con las leyes actuales hechos pasados, igual que, si ellos tuvieran que juzgarnos no aplicarían eximente alguna a nuestra forma de vida y, solo por la forma en que estamos destruyendo el planeta, nos considerarían el enemigo público número uno de todas las civilizaciones que han existido. Jamás hubieran entendido que nada más levantarnos nos echemos un desodorante que destruye la capa de ozono o que más tarde nos subamos a un coche que inunda de anhídrido carbónico la atmósfera o que llenemos la tierra de fertilizantes químicos que hipotecan a las próximas generaciones. Son los pros y contras del desarrollo y la evolución y ese es el reto, ahora tenemos medios que no tuvieron nuestros antepasados, ellos no tenían cultura ni conocimientos tal y como ahora los entendemos, pero, ello no nos exime ahora de responsabilidad igual que tampoco los eximió a ellos, no obstante, es muy fácil situarse del lado de los vencidos y considerarnos culpables de sus desgracias sin valorar lo que de positivo les aportamos. Seamos justos y pongamos en la balanza todo, si, incluyendo los hospitales, las escuelas, las universidades y tantas otras aportaciones que hicimos a la calidad de vida y al desarrollo de los pueblos conquistados. Soy de los que pienso que los españoles debemos sentirnos orgullosos de nuestra historia y de lo que, como pueblo, dimos al resto de la humanidad, nuestra generosidad para con los pueblos conquistados sirvió de ejemplo a otros conquistadores y evitó males mayores.